Control de Mosquitos y Moscas

¿Qué son los mosquitos y las moscas?Control de Moscas y Mosquitos en Vélez-Málaga y Torre del Mar

Tanto moscas como mosquitos pertenecen al orden Díptera. A su vez, todos los representantes de este taxón se engloban en la clase Insecta y en el filo Arthropoda. Se han descrito más de 125000 especies de dípteros, pero se cree que existen en total más de 1000000 de ellas.

Como todo insecto, mosquitos y moscas presentan un plano corporal común: una cabeza con los ojos, la probóscide y los órganos sensoriales; un tórax con 2 pares de alas y 3 pares de patas; y un abdomen con 11 segmentos. Estos invertebrados suelen portar colores negros o marronáceos, pero hay algunos que destacan por sus reflejos y patrones chillones (como los sírfidos).

Una de las características que define a los dípteros es la modificación de sus alas posteriores. Mientras que las anteriores son poderosas y se han adaptado al vuelo, las alas traseras han evolucionado hasta transformarse en unos órganos conocidos como halterios. Estas estructuras en forma de maza cumplen la función sensorial de orientar al animal durante el vuelo.

Desde un punto de vista genérico, todos los dípteros son moscas (incluso los mosquitos). Dicho de forma más detallada: si utilizamos el término “mosca” como sinónimo del orden Díptera, la distinción entre ambos insectos sería imposible, ya que por definición los mosquitos son dípteros, y por ende, moscas.

 

¿Cuáles son las diferencias entre moscas y mosquitos?

 

1. Clasificaciones taxonómicas diferentes

Las moscas comunes pertenecen a la familia Muscidae, mientras que los mosquitos forman parte de la familia Culicidae. De nuevo, existen muchos insectos que se designan como “moscas” que están fuera de los taxones citados, pero esta regla general es de utilidad.

2. Número de especies diferentes

Las moscasdomésticas (familia Muscidae) engloban a más de 4000 especies habitantes de bosques y núcleos urbanos por igual. Por otro lado, se estima que existen unas 3600 especies de mosquitos sensu stricto. Con estas cifras, es fácil llegar a la conclusión de que las moscas son algo más abundantes en lo que a diversidad se refiere. 

3. La probóscide: un rasgo diferencial

El término probóscide se utiliza para designar a un apéndice largo y tubular situado en la cabeza de un animal. Una de las diferencias clave entre las moscas y los mosquitos es la disposición y utilidad de esta estructura.

Los mosquitos poseen una probóscide terminada en punta y afilada. Este es un rasgo de los dípteros ancestrales y responde a una necesidad parasítica. La parte más visible de esta estructura es el labium, el cual forma una capa protectora que protege al resto de segmentos bucales del mosquito.

Por otro lado, las moscas presentan una probóscide terminada en un labelo, estructura final similar a un embudo (que le otorga el aspecto de “trompa” al órgano). El labelo contiene pseudotráqueas o hendiduras que facilitan el movimiento de los líquidos a la boca del invertebrado por capilaridad.

4. Dietas diferentes

La conformación de la probóscide nos dice mucho sobre los hábitos alimenticios de cada uno de estos invertebrados. Por ejemplo, es fácil asumir que los mosquitos se alimentan de sangre, pues su órgano bucal está adaptado a la succión sanguínea. Además, poseen proteínas especiales en la saliva que evitan la coagulación, lo cual les facilita el trabajo.

Por otro lado, las moscas son bastante más generalistas y se alimentan de todo líquido orgánico presente en las superficies (sobre todo si contiene azúcar).

5. Larvas distintas

La última de las diferencias entre moscas y mosquitos radica en la biología de sus larvas. Los mosquitos ponen los huevos en el agua y las crías se han adaptado a vivir en este medio, mientras que las moscas suelen enterrar sus huevos en materia orgánica sólida en descomposición, así que las larvas son terrestres.

Las larvas de los mosquitos tienen una forma alargada y semitransparente, un cuerpo segmentado y suelen contar con un sifón por el que respiran. Se mantienen “ancladas” en la superficie del agua y de vez en cuando realizan movimientos espasmódicos. Son el alimento de muchísimas especies de peces, anfibios e invertebrados acuáticos.

Por otro lado, las moscas comunes tienen larvas con una forma mucho más “vermiforme” (agusanada). Son cilíndricas y blanquecinas, carecen de patas desarrolladas y tienen un cuerpo rechoncho y claramente segmentado. Es común verlas en entornos con carne en descomposición, pero no en medios acuáticos.

 

¿Por qué pican los mosquitos?

No pican para alimentarse

Los mosquitos, como muchos otros insectos, se alimentan del néctar de las flores. Solamente las hembras pican a humanos y otros animales por su sangre, que contiene las proteínas y otros compuestos químicos que necesitan para madurar los huevos de los que saldrán sus crías.

Por qué pican sus picaduras

Cuando un mosquito (mejor dicho, una mosquita) nos pica, introduce bajo nuestra piel dos diminutos tubos: uno de ellos le sirve para sorber nuestra sangre, y el otro para inyectarnos una sustancia que evita que la sangre se coagule en la herida o en su trompa antes de haber terminado de sorber.

Esa sustancia provoca que nuestro cuerpo libere histamina, una sustancia involucrada en las respuestas localizadas del sistema inmune. Así que cuando te pica una picadura, no es técnicamente culpa del mosquito, sino de tu cuerpo reaccionando a esa sustancia. Esta es la causa de que no todos reaccionemos igual: algunos apenas muestran un bultito mientras que otros desarrollamos ronchas y habones de varios centímetros.

Por qué nos pican a unos más que a otros

La clave está en el radar de caza de los mosquitos, el sistema que les guía hacia sus presas diseñado para detectar muchísima información sobre nuestro cuerpo que a nosotros nos pasa desapercibidos. Varios estudios han determinado que hay varios factores que hacen a los mosquitos decantarse por unas presas u otras.

1. Nuestro grupo sanguíneo

Puesto que lo que buscan son las proteínas de nuestra sangre, no es de extrañar que el grupo sanguíneo sea algo que los mosquitos tienen en cuenta antes de atacar. Un estudio comprobó que, en situaciones controladas, los mosquitos picaban el doble de a menudo a personas con sangre de tipo 0 que de tipo A.

Además, debido a factores genéticos, aproximadamente el 85% de la gente secreta a través de la piel sustancias químicas que permiten determinar su grupo sanguíneo sin necesidad de analizar directamente su sangre. El estudio determinó que los mosquitos se sienten más atraídos por las personas que emiten esta información, sea cual sea su grupo, que por las personas que no la emiten.

2. El dióxido de carbono que exhalamos

Los mosquitos tienen un sensor especial que les permite oler el dióxido de carbono que emiten los humanos y animales, lo que les permite detectar a sus posibles presas.

Aunque emitir dióxido de carbono no nos hace a unos más apetecibles que a otros, puesto que todos los hacemos, las personas que más emiten, generalmente las más grandes, suelen en general recibir más picotazos.

3. Sustancias químicas y temperatura corporal

También son sensibles a la temperatura, y se sienten atraídos por las personas que más calor corporal desprenden

Además del CO2, otras sustancias químicas que produce nuestro cuerpo resultan atractivas para los mosquitos, como el ácido láctico, el ácido úrico o el amoniaco que se desprende junto con nuestro sudor. También son sensibles a la temperatura, y se sienten atraídos por las personas que más calor corporal desprenden. Por eso, las personas con una mayor actividad física y un metabolismo más rápido suelen ser presas preferentes para estos insectos.

4. Las bacterias de nuestra piel

Algunas investigaciones señalan que las colonias de bacterias que viven en nuestra piel influyen en la atracción que esta ejerce sobre los mosquitos.

Un estudio comprobó que tener más cantidades de unas pocas bacterias aumentaba la probabilidad de ser elegido como presa por un mosquito, mientras que una menor cantidad de una mayor variedad de bacterias reducía esa probabilidad.

5. La cerveza

Al parecer, a los mosquitos les gusta más picar a las personas que se han bebido cerveza. Así lo pudo comprobar un estudio que dio a trece voluntarios una cerveza de 350 mililitros y observó cómo la probabilidad de recibir una picadura de mosquito era significativamente más alta después de beberla que antes, y mayor que la sufrida por el grupo de control, que no bebió cerveza.

Se había sugerido previamente que la emisión de etanol a través de los poros y que el aumento de la temperatura corporal, ambas asociadas al alcohol, resultan atractivas para los mosquitos, pero en este estudio no se encontró una correlación directa entre ambos factores, así que el motivo de esta atracción por la cerveza necesita aun seguir siendo analizado.

6. El embarazo

Algunos estudios han demostrado que las mujeres embarazadas reciben aproximadamente el doble de picotazos de mosquito que la media, probablemente por la confluencia de dos factores: emiten hasta un 21% más de dióxido de carbono y su temperatura es algo más alta que la de la media.

7. La ropa

Es algo obvio: además del olfato, los mosquitos utilizan la vista para detectar a sus presas, así que si usas prendas de colores llamativos que destaquen sobre el fondo en el que te encuentras, te encontrarán mejor y te picarán más.

 

¿Qué enfermedades pueden transmitir las moscas y los mosquitos?

Se sabe que las moscas transportan gérmenes que van recogiendo y propagando por todos los lugares donde viajan.

Esto no es una sorpresa considerando que para reproducirse suelen colocar sus huevos en lugares como basura, excrementos o animales muertos. Por eso, nos horroriza cuando uno de estos insectos se posa en nuestro plato de comida.

Lo que hasta ahora no se sabía es cuántos microbios pueden viajar en una mosca. La respuesta, afirma un equipo de científicos,es que son muchos más de lo que creíamos.

La mosca doméstica y el moscardón, dos de las especies más comunes de mosca, pueden albergar más de 300 bacterias distintas, según un análisis de ADN publicado en la revista Scientific Reports.

Tal como mostraron los experimentos del estudio, las moscas pueden propagar bacterias de un lugar a otro en sus patas, tarsos y alas. Y la mayoría de estos microbios, dicen los investigadores, pueden propagar enfermedades en humanos, incluidas infecciones intestinales, sepsis y neumonía.

Cuando un mosquito se alimenta de sangre, también ingieren cualquier virus o parásito que viva en la sangre. Estos virus y parásitos infectan a la siguiente persona que pique el mosquito a través de su saliva. A cualquier enfermedad que se transmite de esta manera, de mosquito a humano (o animal) se le conoce como ‘enfermedad transmitida por mosquito’.

Si bien al mosquito no le pasa nada, estas enfermedades transmitidas por mosquito pueden causar un sufrimiento inmenso a los humanos. Casi 700 millones de personas contraen enfermedades transmitidas por mosquito cada año, lo que ocasiona más de un millón de muertes.

Las enfermedades transmitidas por mosquito más comunes incluyen la malaria, dengue, virus del Nilo Occidental, chikungunya, fiebre amarilla y Zika.

 

¿Cuál es la función de las moscas y los mosquitos?

Las moscas son insectos polinizadores, descomponedores de materia orgánica, controlan plagas y sirven de alimento para animales insectívoros.

Explicándolo con más detalle, podemos decir que aunque parezca que no hace nada, más que volar y colarse por nuestras ventanas, las moscas son beneficiosas para todos nosotros por su labor polinizadora y la posibilidad de usar estos animales para controlar las plagas, algo que nos proporciona grandes beneficios. Sin olvidar que Mendel, padre de la genética, utilizó el rápido ciclo vital de estos insectos para demostrar sus importantes teorías que han revolucionado el campo de la ciencia.

Por otro lado, los mosquitos son el alimento de muchos insectos, peces, aves o incluso mamíferos como el Murciélago, si desaparecieran estos animales se quedarían sin su principal fuente de alimento.

Además los mosquitos polinizan plantas, no pudiendo reproducirse estas y desapareciendo.

Es cierto que para el hombre puede ser mortífero cuando es picado y transmite la Malaria, Dengue, Chikungunya,…, pero hay muchos ecosistemas que dependen de este insecto, como son las aves migratorias, los caribues del Ártico, que se desplazan por los valles,  y si estos desaparecieran también con ellos los lobos que se alimentan de los caribues… O el pez mosquito que en su dieta tiene las larvas de mosquitos.

La sangre humana es el alimento para las hembras de mosquitos, si estos no existieran otros artrópodos ocuparían su lugar, como son las garrapatas, pulgas, piojos, la vinchuca , las polillas vampiro ocuparían el lugar del mosquito.

 

¿Cuál es el enemigo natural de los mosquitos y las moscas?

A lo largo de su ciclo de vida los mosquitos y las moscas se exponen a un amplio número de depredadores, pero ninguno elimina totalmente a sus presas. Si lo hiciese estaría poniendo en riesgo su propia subsistencia.

Muchos grupos de animales se alimentan de mosquitos y moscas, desde las larvas, las pupas o los adultos, entre los cuales se encuentran ranas y sapos, arañas, erizos, murciélagos, lagartijas, peces, aves y hasta mamíferos.

Golondrinas y murciélagos

Las golondrinas son animales muy beneficiosos en el entorno humano, ya que su dieta se basa principalmente de mosquitos, moscas, hormigas voladoras, avispas, chinches y pequeños escarabajos. Si hablamos solo de moscas y mosquitos pueden llegar a consumir alrededor de 850 al día, son un excelente insecticida ecológico, razón suficiente para proteger su biodiversidad, cuidar sus nidos y crías.

Por otro lado, los murciélagos más pequeños, incluyen en su dieta animales acordes a su tamaño, dentro de los cuales encontramos los mosquitos, se estima que en una noche pueden atrapar a más de 3000 mosquitos.

Peces

En los ambientes acuáticos es donde se encuentra un mayor número de depredadores de los mosquitos, dentro de los que podemos identificar el pez carpa naranja, la alimentación de los peces carpas que son cultivados se basa en una gran variedad de alimentos, dentro de su dieta se incluyen lombrices, especies vegetales, algas, lechuga, entre otras. También, consumen mosquitos, larvas o artemia.

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